No es una utopía, tampoco es el sentido romántico del amor, mirar la vida desde la gratitud es la herramienta fundamental para salir de nuestros caos mentales, volver al eje y conectar con la esencia divina.
Permitirse ser parte del monte, del río, de la flor y del cielo, de la tierra que palpita, de los seres que la habitan, honrar la vida en todas sus expresiones...nada puede fallar...allí está Dios!